sábado, 24 de diciembre de 2011

Borward

El ejemplar preservado en el Museo de la CFE
En tiempos del Lic. Adolfo López Mateos, Presidente de la República Mexicana, (1 Diciembre de 1958 al 1 Diciembre de 1964) se dio un gran paso e impulso a la industria mexicana, en este caso la automotriz, al lograrse la construcción integral de vehículos automotrices totalmente mexicana, siendo el 10 de Septiembre de 1963, cuando el Presidente mexicano inaugura en Monterrey N. L. los trabajos de construcción de la fábrica de automóviles Borward con patente mexicana mundial total de Impulsora Mexicana Automotriz S. A. (IMASA), en un terreno de 875 (ochocientos setenta y cinco ) mil metros cuadrados.

En esa área se construyeron los automóviles marca Borward 230 y el lujoso y elegante Isabella en sus tres  modelos. Es de aclarar que se ignora tanto la fecha de construcción del 1er automóvil así como la cantidad de carros construidos. Se anunció que para 1964 se encontrarían a la venta.

La población mexicana estaba contenta al ver cuando en las ceremonias oficiales los Secretarios de Estado utilizaron el citado automóvil, los que destacaban debido a su elegancia.

Se ignora en forma oficial cual fue la causa de la desaparición tanto de la fábrica y de los coches, así como el destino final de dicha patente.

A la fecha se encuentra un modelo en exhibición en el Museo Tecnológico de la CFE en la 2ª sección de Chapultepec, en el D. F.

La fábrica Borward fue fundada en Bremen, Alemania en 1920, al año de 1963 tenía una red de distribuidores en 100 (cien) países. La maquinaria en total era de más de 11,000 (once mil) metros cúbicos. IMASA adquirió todos los diseños, así como las patentes y los dados para fabricar la totalidad de las piezas que componen los vehículos de la mencionada fábrica.

Era la única fábrica integral en el país.



En forma extraoficial, se corrieron varios rumores, unos decían que la administración había sido incapaz de manejar la fábrica, otros, decían que les habían tendido una trampa ya que no pudieron cumplir con los compromisos adquiridos tales como entrega de vehículos a tiempo, ni había capacidad para cubrir la demanda. Esta situación es digna de estudiarse, en caso de ser cierta.

Pero el rumor que mas cobró fuerza fue el de que EE. UU. exigió cumplir los compromisos del Tratado de la Amistad (1923) o Tratados de Bucareli como se conocen en México. Eso y las declaraciones que trascendieron de que E.U., no permite un país independiente a sus intereses al sur de su frontera.

Esta declaración fue ratificada públicamente por el Secretario de Energía norteamericano en tiempos del Presidente Jimmy Carter, cuando dijo: Nunca permitiremos un Japón al sur de nuestra frontera.

Sea cual fuere la razón, es importante señalar esta historia y estudiarla, por ser contemporánea y dar luz a las posibles causas de nuestro no desarrollo industruial pleno.


Autor: Ing. Federico Juárez Andonaegui
Historia de la Ingenieria de México

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